En la última reunión del Comité Internacional en Defensa del Lobo
Feroz (CINDELOFE), el profesor Don Poncho del Codo Agarrado terminó su alocución con estas estremecedoras palabras: "¿fue el lobo feroz el culpable, o lo fue
Caperucita?". Efectivamente la narración de Perrault se presta a muy
diversas interpretaciones. No obstante hay puntos de acuerdo que son
indiscutibles y que paso a enumerar:
1. Caperucita sabía perfectamente que en el bosque podía encontrarse con el lobo feroz, que no se haga la tonta.
2. Caperucita no era ajena al hambre del lobo. Sabia que tenia mucha hambre, entonces ¿Por qué mejor no le ofreció al lobo la cesta de la merienda de su abuela? muy probablemente no habría ocurrido lo que ocurrió.
3. El lobo no ataca inmediatamente a Caperucita, sino al contrario, conversa con ella.
4. Es Caperucita quien da pista al lobo y le señala el camino de la casa de su abuelita.
5. La abuelita es idiota al confundir por confundir a su nieta con el lobo.
6. Cuando Caperucita llega y el lobo está en la cama con la ropa de la abuelita, Caperucita no se alarma. ¿Por qué? Seguro que le estaba por coquetear al lobo.
7. El hecho de que Caperucita confunda al lobo con la abuelita demuestra que la niña iba poquitísimo a ver a su abuela. ¿Si o NO?
8. Cuando el lobo, que ya no sabe qué hacer, se come a Caperucita, es porque ya no le queda otra solución.
9. La versión del cuento por la que Caperucita, cuando oye la pregunta del lobo: "¿adónde vas, Caperucita?", le responde: "a lavarme el chichi en el arroyo", cobra cada día que pasa más fuerza.
10. Es por tanto, Caperucita, y no el lobo feroz, la que provoca los instintos naturales de la pobre fiera. Primero los sexuales y, posteriormente, los depredadores.
También la madre de Caperucita tuvo mucha culpa al no acompañar a la hija. Ahhhh! y otra cosa que no habia mencionado y es que en vez de comida, la caperucita le llevaba vino, tequila, cervezas, etc para que la abuelita los mezclara con sus medicamentos y asi darse una nota alta.
Estos diez puntos son, en principio, claros y concisos. Los que
se empeñan en desprestigiar al lobo feroz no se han parado a pensar en la
posible manipulación que se ha hecho de su figura, su actividad y reacción
ante una provocadora profesional como era la golfa de Caperucita.
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